Cuando una persona, lectora fluida, pierde totalmente la capacidad de leer por un accidente cerebral decimos que sufre alexia. Su nivel lector previo al trauma no tiene, en principio, nada que ver. Es decir, a pesar de haber sido un gran lector / a, veloz y con una gran comprensión, algunas lesiones en determinadas zonas de la corteza cerebral son tan devastadoras que pueden arruinar de golpe el trabajo hecho por el sistema nirviós central durante años y años .

Pero qué pasa cuando un niño o una niña con un cerebro intacto, sin problemas de aprendizaje en otras áreas y con una capacidad intelectual normal o incluso elevada, no aprende a leer a pesar de que se hace un gran esfuerzo para que esto suceda ? ¿Qué está pasando cuando el propio niño o niña, su familia, el centro educativo, ...

lo ponen todo de su parte ya pesar de ello no acaba de aprender a leer o, si lo hace, la lectura es lenta, llena de errores, confusiones, retornaments, etc.? Es aquí cuando podemos decir que se trata de un caso de dislexia. Así pues la dislexia se puede considerar como la incapacidad de aprender a leer de manera fluida a pesar de que el alumno / a se esfuerzan para hacerlo y tiene todo el apoyo familiar, escolar y social a su lado.

Más tarde, o más temprano, esa persona comenzará a pensar que las causas de su fracaso lector permanecen dentro de ella misma y que haga lo que haga las cosas no cambiarán en el futuro. Es decir, se iniciará el proceso que los psicólogos llamamos indefensión aprendida, que consiste en generar expectativas negativas respecto al futuro de uno mismo, en este caso limitado a su evolución como lector.

De lo dicho hasta ahora podemos extraer dos conclusiones muy importantes:

Primera conclusión: si resulta evidente que un alumno / a presenta una probabilidad muy elevada de sufrir dislexia, el soporte pasa por ofrecer alternativas de acceso al currículo muy diferentes a las que se pueden presentar para los alumnos que han aprendido bien a leer o que pueden hacerlo. Hoy tenemos a nuestro alcance un gran número de instrumentos informatizados, aparatos y programas que leen en voz alta todo lo que está escrito. Por ello una adaptación curricular de acceso, en estos casos, pasa por la posibilidad de que el alumno disponga de estos medios en el centro y en su casa.

Segunda conclusión: no todos los alumnos que leen mal o que no han aprendido a leer sufren dislexia. La baja exposición a la lectura es la causa para el a mayoría de personas que no saben leer o que no han aprendido a leer bien. El aprendizaje de la lectura y de la escritura requiere una buena dosis de esfuerzo sostenido durante mucho tiempo. No es nada raro que resulte una actividad desagradable precisamente porque requiere sacrificio. Los profesores, y especialmente los padres, debemos tener muy en cuenta que los alumnos son especialmente vulnerables a los modelos que requieren tenacidad. Es muy fácil que el niño / niña aburra, especialmente en las primeras fases del aprendizaje lecto-escritor, termine abandonando y no acceda al hábito.

Desde mi punto de vista, una posible solución neuropsicológica de la dislexia es hoy por hoy difícil de prever. Por lo tanto tenemos que ser realistas y aportar recursos escolares plausibles para el nuestros alumnos. Estas medidas a menudo no pasan por encaparrotar en conseguir que la persona aprenda fluidez lectora sí o sí, sino en salidas inteligentes que conduzcan al alumno al éxito curricular por caminos alternativos. Pues bien, las adaptaciones curriculares de acceso, en el caso de la dislexia, son diseños creativos que implican medidas alternativas que se basan en la utilización de medios físicos extraordinarios (o no tan extraordinarios) como el ordenador y determinados programas. Para poner fin a este artículo / escrito, los lectores habrán notado que no se ha hecho ninguna referencia a las posibles causas de la dislexia. Esta cuestión será tratada en otro artículo, ya que aquí simplemente hemos querido introducir el tema sin entrar en el terreno a menudo especulativo de las causas.

Pep Jover Villanueva (orientador de la SCOOP Manjon)